Waldo Balart

Una de las funciones del dibujo es la búsqueda, dentro de la complejidad de un todo, de la estructura del objeto que nos ha motivado. Pero, ¿es solamente una la estructura en cada instancia, o más bien una multitud en la que cada una de ellas nos impresiona y nos induce a solucionarla? Esta problemática es similar a la vida misma, que no es un camino límpido y seguro, sino una compleja maraña de encuentros y desencuentros, no a resolver, sino a vivir.

¿Es esta una razón suficiente para adentrarse en un proyecto sensible? Naturalmente que es una problemática a disyuntir, pero cuando en un dibujo además de tratar de encontrar su íntima razón de ser, se busca aquella similitud con nuestra existencia, empresa que se nos antoja imposible, entonces este ciclópeo empeño se convierte en un ardid que solamente le es posible resolver a un artista lleno de sensibilidad y empeño en un trabajo tenaz y continuo. Y este es el caso que nos ocupa y que podemos constatar viendo los múltiples ejemplos positivos de ello en esta exposición de Ángel Gómez.

Madrid, 30 de septiembre de 2019

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