
En el marco de un cambio de relato hacia África que se viene generalizando en los grandes medios de comunicación mundiales, Oscar Mateos presentó el pasado 13 de febreo en ISEGORÍA una precisa caracterización de la realidad política, social y económica del África subsahariana. Puntualizó inicialmente que hablar de África subsahariana (entendiendo los 49 estados al sur del Sáhara) como categoría, tiene el gran riesgo de reducir una gran diversidad y complejidad histórica, política, social, cultural o lingüística a un todo, ya que en el vasto territorio africano cabrían las extensiones de Europa, EEUU y China juntas. Este dato da cuenta del reduccionismo en el que se cae al hablar de «África» como tal. Oscar desarrolló en su exposición tres ideas principales: En primer lugar, las causas del tránsito del discurso «afro-pesimista» que ha inundado nuestra visión sobre África desde su descolonización en los años sesenta, al nuevo discurso «afro-optimista», situando un balance más ecuánime sobre el estado actual del continente desde una perspectiva que muchos autores han denominado como «afro-realista». Enfatizó cómo, lejos de discursos maniqueos (totalmente «trágicos» o totalmente «eufóricos»), las luces y las sombras coexisten por igual en el presente africano. Asimismo, y ante este nuevo marco multipolar en el que los países emergentes han redibujado la correlación global de fuerzas, puso de manifiesto los elementos que perfilan la relación de los países y sociedades africanas con el resto del planeta desde diferentes perspectivas, comprobando que existen continuidades y discontinuidades respecto al pasado. Como conclusión puso de manifiesto los aspectos a tener en cuenta a la hora de impulsar el bienestar y la mejora de la vida de las sociedades africanas, y que parten de la idea de huir de aquellas agendas internacionales acostumbradas a implementar «recetas» políticas y económicas hacia el continente. |c