Preámbulo para Romseneí
Romseneí es el pseudónimo mediante el que nuestro artista, nacido en Madrid en 1955, rinde homenaje a su madre, a sus dos hijas y a su esposa a través de un cifrado que combina algunas de las letras de los nombres de estas cuatro mujeres*. Como en su pseudónimo, construido como una suma enigmática de diferentes partes, el trabajo de Romseneí se configura a menudo mediante el collage –ya sobre papel o sobre cartón–, los juegos de palabras, la duplicidad o multiplicidad de la imagen, como ocurre en su notable collage, Bisojo –aquí expuesto y en el que parecen multiplicarse los perfiles de rostros–, y una contagiosa fantasía. A lo largo de su muy dilatada trayectoria artística, a la que dio inicio en 1978, Romseneí ha desarrollado su trabajo en múltiples procedimientos, desde el óleo –en una etapa inicial– hasta el acrílico, así como la estampa, el dibujo y el collage, como se afirmaba.
Bajo el título de Preámbulo, la presente exposición de Romseneí ofrece una pequeña retrospectiva de su trabajo mediante la reunión de cinco obras realizadas en 1992 con técnica mixta sobre papel (de 52 x 42 cm c/u) en las que resulta evidente su devoción por un artista tan sugerente e inclasificable como Paul Klee, así como de algunos de los dibujos recogidos en sus cuadernos. De estos, los realizados en blanco y negro datan de 1988, mientras que aquellos que presentan color están fechados en 2011. Sus dimensiones son, respectivamente, de 24,7 x 16,3 y de 14,8 x 21 cm. Nueve de los primeros y dieciséis de los segundos han sido reunidos en sendos paneles, titulados Atocha y Arrebol, respetivamente. En estos conjuntos, Romseneí ha procedido a una impresión digital sobre dibond blanco, y a escala natural, de los originales. Una estrategia de reproducción técnica mediante la que persigue, como ha confesado, recuperar la concepción del “blanco mirífico”, un sinónimo del adjetivo “maravilloso”, y que cabe identificar en su caso con el ideal del soporte virginal sobre el que se emite, a menudo con entusiasmo, con vértigo o con inquietud, una enunciación creadora, ya sea literaria o visual.**

El trabajo de Romseneí, en el que abunda la presencia de una línea que viola cualquier ilusión de rigor geométrico, resulta risueño, cómplice, juguetón, como lo son algunos de sus títulos, que presentan modismos madrileños, tales como “chachi” –como ocurre en otro de sus muy logrados collages, asimismo presente en la exposición–, y otros en desuso, como “nichi”, “papusa” o “bisojo”; esto es, “amigo”, “gorra” y “estrábico”, respectivamente. Su obra, en definitiva, desprende y contagia un vitalismo enérgico, como el que manifiestan los dibujos de los niños que aún desconocen el alcance de la destrucción infligida en el mundo nuestro por los adultos.
Resultan frecuentes en su trabajo tanto la inspiración que recibe de sus viajes como la presencia de la escritura, en un procedimiento este último particularmente afín al Surrealismo, con algunas de cuyas estrategias presenta concomitancias. Y es que, apuntaremos aquí, como preámbulo, asimismo este, de otros textos que habrán de seguir, que, en primer lugar, nuestro artista ha elaborado una serie particularmente interesante, aún inédita, en la que resulta sensible la inspiración de los fascinantes dibujos realizados por el poeta y dramaturgo Federico García Lorca, y, finalmente, que Romseneí ha cultivado, asimismo, la escritura. Continuará.

Julio César Abad Vidal

* Respectivamente, el apellido Romero, y los nombres Selene, Iris y Pilar. En su quehacer cotidiano, Romseneí responde al nombre de José Miguel Martínez Romero.
** Del mismo modo, la muestra ofrece algunos de los dibujos, ya de modo exento, procedentes de estos mismos cuadernos, y otros, en blanco y negro, fechados asimismo en 1988, de 24,7 x 16,3 cm c/u.

La Línea

Nace resurge se manifiesta se hermana con el trazo, en los páramos del blanco. Se forma de estímulos que subyacen entre soportes continuos de la recta, de la curva. En volumen y gesto emerge de mundos creativos, uno al lado de otro, otro junto al uno, a la par del negro atrapando miradas en el abandono continuo de la inspiración, entre las puertas de los dedos, junto a la mano dúctil y generosa, en estado de limerancia. Se acomparsa como cautiva, en sus manchas, se persona magnánima y secreta en andadura se añade identidad con sus pasos, se tumba sigilosa sobre el lecho de tinta, y su soporte acude a la cita del tiempo cantarina, como eminencia y serendipia, entre los mundos dimensionales del papel y su textura, entre lontananzas de las múltiples densidades de la celulosa, se amanera de sfumato en otros tantos universos, se decanta novedosa, se airea fornida de vida en epifanía, ocupa su sitio sentada de grosor puro con sueños de grafito en los depósitos de historias del pincel se atrae en ternura del color que se araña de ácido que se esconde entre las gubias, se halla profunda se amanceba entre lienzos, sedosa navega amanerada densa de dibujo acuosa de llanto aculla se adormece sensual aquí hiriente es otra, torna inerte en forma de presente que acarician tus cuerpos extensos, gotas de azucarillos negros tenue de sombra azul, chivatos de claridad, dormidos de mancha vástagos de claroscuros no defendáis la línea atrapada, ¡Dejarla volar!. Viajas en el apunte libre. Tu hábitat el guión suelto de la raya. Romseneí 27-08-2018. L

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